El
ser testigo de un delito y no denunciarlo, es convertirse en cómplice, y
por tanto es atribuirse una pena similar a la del criminal. No
denunciar el delito, no contribuir en su solución, es para nuestra
miserable desgracia, negligencia.
La
gente que rehuye al hablar de política y religión, es astuta al
pretender evitar disgustos y hasta moretones, pero también manifiesta
apatía dialéctica si de interlocutores honestos se trata.
Sin
negar los principios positivos de la Religión y sobre todo la buena
voluntad de quien nos la haya inculcado, es saludable, positivo, propio,
natural y permisible ejercer el espíritu inquisitivo inherente de
nuestra especie, cuando nuestra razón y sentido común observan
incoherencias que ponen en duda las causas que sostienen nuestras
creencias.
¿Por qué hay gran variedad religiosa? Tan simple interrogante patenta que algo esta mal en el fundamento religioso de la gente.
Esta
simple interrogante origina el deber de elucubrar la Religión, con el
que la gente cumpla con una responsabilidad individual[1] que certifique la dignidad de su vida no-gregaria.
[1] La responsabilidad-social radica sobre todo en los valores, como la tolerancia y la libertad-de culto.
Si realmente te interesa el bienestar común y la introspección lectora, hay suficiente material para camellar.
Y sobre todo para aquel pródigo religioso, lego un mandamiento realmente nuevo:
NO CREAS EN DIOS EN VANO.
Que todo sea para bien.
W
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