Teología de la Liberación

La historia de la iglesia católica romana, es a mi gusto, no solo la más interesante de todas las iglesias, sino por derecho, la base para el estudio del cristianismo, pues ella encabeza el mayorazgo de la herencia apostólica. Corrupta o no, traidora o no, han sucedido el linaje apostólico junto con sus hermanos ortodoxos, incluyendo incluso al emancipado anglicanismo.

Esa historia es precisamente la que demuestra la falsedad de su doctrina, de su santidad, de su veracidad. La Historia de facto, es su verdugo y su principal enemigo. No los disidentes, cismáticos, políticos, islámicos, etc. No, su propio enemigo es su propia vida, su historia.

Historia que evidencia anatema, sangre y muerte. Hogueras, genocidios, dictadura, han sido sus obras. ¿Cuál santidad? ¿Qué gracia ha traido al mundo? ¡Hechos, hechos, queremos hechos! ¿En qué pueden sustentar su abolengo divino, su santidad?  ¿Acaso es suficiente su apostolado, su tradición litúrgica, y hasta sus grandes filósofos, patentan su santidad?... por sus frutos se reconoce al árbol, y la historia del catolicismo y sus acciones, no solo son perniciosas, además pasivas ante el mundo.

Este reclamo lo responden los "teólogos de la liberación".

La Historia de facto es para un no creyente la evidencia contundente de la hipocresía y falacia doctrinal. Pero para el devoto, es el reclamo de la ineficencia, ineficacia, inoperatividad de la gracia y santidad de la iglesia sobre el mundo.

La Teología de la Liberación es el reclamo del católico ante ante los escasos resultados de la iglesia en su labor social.

Perspectiva católica.

Los teólogos de la Liberación, recuerdan, reviven, la acción de los pobres y enfermos en el Evangelio. Recuerdan y reviven la atención de Jesús sobre el pobre, el marginado. Es un evangelio para pobres, no para ricos. Jesucristo no solo vino a rescatar a los marginados espirituales, vino a curar paralíticos, leprosos, ciegos... no solo a prometerles el Reino de los Cielos. Es necesario recordar y revivir esas acciones en la iglesia que realmente provoquen un cambio significativo en el mundo precursor del Reino de Dios. 

Bien fundamentada o no su teología, comparto su r-evolución cultural. Que lleva a la acción, a la materialización de la vida espiritual. No solo lucubrar, sino actuar; no solo bautizar, sino dar de beber agua al que no la tiene.

¿Tenemos que ser solo espectadores de las profecías, o tenemos que actuar para darles cumplimiento?

Perspectiva pagana.

La historia judía pedía a gritos un valiente que liberara a su pueblo de las garras extranjeras, y si no fuera mucho pedir, que también reanudara la comunicación con Dios. No pedían solo el perdón de Dios, no solo pedían ser salvos del pecado; pedían ser salvos de los conquistadores. La religión cristiana es una cachetada para los peticionarios, pues no solo no los liberaron del yugo opresor, además les condicionaron la salvación de los pecados. Tienes que creer para ser salvo, no es tan fácil. No importa vivir en la pobreza, explotado, violado, secuestrado, mutilado, asesinado... lo verdaderamente importante no es vivir de rodillas, sino vivir en gracia de Dios!!!!! Las "Buenas Noticias" son compenzaciones ingenuas que trascienden las expectativas históricas y reales de un pueblo.

Este materialismo dialéctico judío, debería ser tomado en cuenta por el teólogo de la liberación y contestar al judío el reclamo milenario de la restauración de su reino. Si el Evangelio es acción social y no solo liturgia y catesismo, entonces el mesianismo judío es también una acción material de restauración y no solo esperanzas futuras acondicionadas para los justos.

El actual Papa, Benedicto XVI, como pastor alemán, cohibió el sensacionalismo trazado por este pensamiento. Basado sobretodo en bases meramente teóricas, criticó la base filosófica de dicha Teología, el marxismo.

Sin embargo, queda la inquietud, que si la Teología de la Liberación fue criticada en principio por tener su base en una filosofía pagana (marxista), lo mismo deberían ser criticados Tomás de Aquino, Agustín de Hipona, Erasmo de Rotterdam, etc. Por fundamentar sus teologías también en filosofías paganas.

Teología de la Liberación, Gustavo Gutiérrez, Leonarno Boff 

Si fuera católico, seguramente sería militante de esta temeraria, estoica y reveladora Teología. Pero no se necesita ser católico para darse cuenta del status quo del marginado en América Latina y el mundo entero, como tampoco se necesita ser católico para apoyar a los más jodidos; no darse cuenta, no ayudar, son pretextos patéticos de seudocatólicos e impíos paganos.

Como suele suceder, el machismo también abunda en este movimiento, y en lo personal, reconozco que las mujeres, como la madre Teresa de Calcuta, son la efigie por excelencia de la Teología de la Liberación.

Que todo sea para bien.

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